El río

                                                                      Compadre, el río se los traga, en ese recodo cayó mi hermano.

La gente está acostumbra a arrojarle piedras al agua, quien sostiene la llanta va pasando de a tres y cuatro. Los niños de la otra orilla parecen peces, de su cuero tostado se desprende las marcas de lo que en otra vida fueran escamas. El agua entre transparente, turbia y fría, lleva los hilos del calor que desprenden las masas aguas arriba, o la peste de aquel fulano ajusticiado en la mata e monte.

Hoy heredé mis escamas, me sumergí en el remanso de esas aguas calmas y traicioneras para cobrarle a mano propia una deuda, pero fracasé, ya es tarde para ti. Dejaré el lápiz a un lado de la mesa y fingiré desconocer el libreto.

No puedo juzgar al río, solo tengo 7 años.

Por  Lenier David Barahona Urrego


Comentarios

  1. Que triste...
    Pero, muy bello. ¡Felicidades!

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  2. ¿Quien habrá escrito esto? ¡¡¡¡Hermoso!!!!

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  3. Magia, Terror, Poesía. Es como si Jean-Baptiste Grenouille hubiese capturado los cabellos de Gabriel, Stephen, y Pablo, para crear un fluido que al impregnarse en una pluma, y ésta a su vez acariciase un papel, diese lugar a ésta composición.

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  4. Mi tristeza cotidiana tendrá justificación esta noche :)

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  5. Hay algo más qué él niño, o el río. puedo sentir un deseo por transformar lo que fue sin tener el éxito esperado y sólo quedan las letras, la tienta que convierte a lo utopíco, por un instante en verdadero.

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  6. Heráclito se queda corto. No sé por qué pero extrapolé la situación a los endeudamientos con el propio río, pensé en Hidroituango... También pensé en mi hermano y en una deuda que nunca pude cobrar porque ni forma tenía en este mundo. Siento que es una historia de la que se pueden sacar muchos mensajes a conveniencia, eso me parece muy bonito y muy difícil de conseguir. Gracias por eso!
    Att: Mariana Echeverri Ospina

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  7. Es una mezcla de muchos sentimientos...simplemente genial!
    Att: Verónica Arévalo

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